# 2

saranchá

Atisbos de literatura iberoamericana

ALE OSEGUERA

¿Es refugio la poesía? Pareciera que en el caso de Ale Oseguera sí. La migrancia como situación de ausencia se manifiesta en estos dos poemas, uno a la madre y otro al padre; madre en apariencia ausente, aunque presente también como hogar transitorio, como casa de los que cada tanto debemos atravesar el charco para volver; ausencia también del padre, que colgó primero el teléfono, pese a la promesa del nunca nunca, el para siempre. La poesía como refugio ante la pérdida, como constatación del vacío que sin embargo a veces toca la eternidad que queda impregnada en las cosas: una camisa a cuadros, un par de llaves, una cama colgada del techo, la nariz que se hunde y la mano que lo escribe, acaso por supervivencia, pero también para tender puentes con otros cuerpos que yacen a la deriva.

Techo desconocido

Hace años que vivo en esta casa.
A veces olvido que sólo es caliente
porque la golpea el sol todo el día.

Nunca había vivido tanto tiempo en una casa.
Creo que es porque no logré encontrar a mi madre.
No volví a ver ese techo desconocido de la casa familiar.

Hace años que duermo de cara a los muertos
en esta cama que cuelga del techo,
en el silencio de los nombres que olvidé pronunciar.

Pero en ciertas noches en las que vuelvo del mundo
y me planto ante la puerta de entrada,
y con la mano llena empuño la llave
en su pequeña boca beso seco,
el olor de su vientre me recuerda mi apellido,
se me olvida el artificio
y a esta casa la llamó mamá.

Y dejo que me arrope
en sus blancos muros altos,
y dejo que me susurre historias que ya sé
porque se las he contado yo.

Entonces me permito
soñar boca abajo,
llorar para adentro
y construir para mí
otro techo desconocido.

En antología La Casa del Poeta
(Trampa ediciones, 2021).

Camisas

abrazo tus anchas camisas de cuadros
colgadas una detrás de otra en el armario
lloro sobre lo que sería tu hombro y dejo
la marca silente de mis lágrimas

nunca —no sé o no recuerdo—
te abracé tan fuerte y ancho
como cuando te encontré horizontal conectado
a todos esos aparatos
luego inerte en esa cama
luego en la camilla
luego en la miserable caja
ancha como tu pecho
ancha como tu vida
que no cabía en esa caja
en esa camilla
en esa cama
no cabías en tu cuerpo y tuviste que dejarlo
que dejarnos
no cabía tanta alegría en tu cuerpo
condenado a yacer recostado
y te fuiste
y no puedo enfadarme
con nada, con nadie,
aunque quisiera aliviarme
condenar a la vida
a la enfermera
al cardiólogo
al neurocirujano
a Dios y a todos sus hospitales
y no puedo
porque tú eras más grande que un estruendo
pero no tanto como para no haber muerto

ahora te has ido
yo guardé en mi maleta
dos de tus camisas de cuadros
pero no las más recientes, no,
porque ésas las habían lavado
cogí aquellas que colgaban en tu armario
una tras otra
en el armario
intenté elegir la que hubieras usado
en una foto conmigo
un viaje a la playa
un desayuno antes de ir al trabajo
pero no distinguía un cuadro de otro
todos parecían tan iguales
todos tan tú
todos oliendo a ti
a lo que me cuelgo al respirar
un recuerdo que te reviva un día más
como si existieras aquí
conmigo
ofreciéndome tu hombro como abrigo
a una llamada de distancia
en un mundo donde el Atlántico
es un charquito que saltamos cada tanto
para vernos y reírnos
y enfadarnos y decirnos:
cuelga tú
cuelga, me decías,
cuélgale al teléfono, decías
después de cada despedida
y yo no quería
pero tú insistías
decías que yo debía colgar
que tú nunca podrías colgar
que tú nunca me ibas a colgar
y mira ahora,
cuelgo yo llorando
de tus camisas de cuadros
lágrima tras otra en el armario
confío en mi olfato
buscando que el suspiro dure horas o años
cuelgo de ti para reencontrar mi ancla
el hilo cordón que me unía a esta tierra
no ser este globo a la deriva
tan solo
tan desconectado
tan acongojado
colgada llorando
del hombro de tus camisas
dentro de tu armario.

de Un hotel de cinco estrellas sobre un cementerio
(Ed. Oblicuas, 2019).

Ale Oseguera (Guadalajara, México). Es autora de los poemarios Tormenta de Tierra (Editorial Neopàtria, España, 2016 / Editorial La Zonámbula, México, 2017) y Un hotel de cinco estrellas sobre un cementerio (XII Premio de Poesía “La Nunca”, Ediciones Oblicuas, España, 2019). Como novelista debutó a finales de 2019 con la publicación de Realidad en Mono (Aloha editorial, España, 2020). Es cofundadora de las hermanas del desorden, agrupación que explora las posibilidades escénicas de la poesía. En 2019 publicaron el disco-poemario La Musa Suicida (Editorial El Petit Editor, España, 2019). Al lanzamiento le siguió una gira por más de doce ciudades de España. Ale ha trabajado en radio y televisión como locutora, guionista y productora. También se desempeña como redactora freelance. Actualmente colabora como crítica literaria en revista quimera y en el portal revista de letras. Desde 2019 presenta y coordina la sección de poesía del programa “Todos Somos Sospechosos” de Radio 3 (RNE – Radio Nacional de España).

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