# 3

saranchá

Atisbos de literatura iberoamericana

PABLO MOLINA

Una poética del fuego, como la de Pablo Molina, no solo busca dar cuenta de la catástrofe del mundo contemporáneo, que vuelve la catástrofe una imagen de consumo más, sino que sobre todo busca iluminar el mecanismo que la produce. Quemar el velo que invisibiliza, que oculta tras la seducción de la imagen a quienes la traman de facto. Echando mano del lenguaje del cine, estos poemas se manifiestan como choques, huellas que el espectáculo deja sobre el sistema nervioso antes de que la conciencia interfiera. Un diálogo entre palabra e imagen que se expande, finalmente, en el documental “fuego / humo / cenizas” que mostramos abajo, de autoría de Pablo Molina con textos del poeta Jaime Pinos.

Tu rostro

Todos los días
–a cada momento–
en todas las calles 
de este mundo
 
–cada vez que 
cierro los ojos–
veo tu rostro 
en todas partes 
 
omnipresente 
 
miras hacia abajo 
desde el iluminado 
anuncio de la tienda 
comercial.

Combustiones

Titila la vela frente al niño
–mero espectador en su primer año–
intenta soplar sin resultado
apagada en coro por los demás
–de oídas saben que algo pasa–.
 
Hay otros fuegos propagados
como virus –vocifera el noticiario– 
una larga y angosta franja de brasas
esperando la cuña para atizar
al cinturón de fuego del Pacífico.
 
Cada quien ve lo que quiere ver
mirando paja en ojo ajeno
–vacías las cuencas–
nadie quiso lavar la torre de platos
y nadie barrerá cuando caiga.
 
Viejos espectros juegan a la ronda
girando sin cesar –la historia es
serpiente que muerde su cola–
los globos desinflados son mudos
testigos del pavor de los invitados
al escuchar “toque de queda”.

Escombros

I

Al interior del sueño veo
torres de cristal interconectadas 
reflejan sus faces 
                   unas a otras
                   unas con otras 
–trompe-l'œil infinitamente 
fragmentado– que opaca 
al sol avergonzado.

II

Pululan blancas faces:
mosquitos moscos hombres 
                               blancos 
                               en blanco.
 
Vana sonrisa en la boca 
cuelga cual mueca deshecha 
tiesa 
tersa    
terca.
 
No hay gestos faciales 
no cambian la expresión 
todos iguales cruzan 
límpidas calles 
 
sin intercambiar señales 
sin notar parentesco 
trayectos solitariamente 
enceguecidos por luces 
de torres de cristal interconectadas.

III

Frío día de invierno 
las olas revientan 
en la orilla con pereza 
algunos de ellos se bañan 
destellan luz 
 
tenían 
tienen 
tendrán 
extremidades delimitadas 
tiesas 
tersas    
tercas 
miradas perdidas.
 
Lo que quedaba
eran solo restos 
                          y piezas rotas 
de maniquíes reflejando sol
amontonadoscomopilasdeescombros 
 
los bañistas se lanzan contra ellos 
para unírseles 
en descomunal marea de chatarra 
que aumenta más y más 
 
pedazos y fragmentos 
de lo que alguna vez fuimos.

fuego / humo / ceniza

Cuando se publicó Documental, el libro de poemas de Jaime Pinos por el año 2018, circulaba entre sus páginas el incendio como imagen recurrente. Las llamas. Arder. Accidente y tecnología al mismo tiempo, seguro que así lo vieron los primeros seres humanos, una herramienta mágica y útil. Elipsis. Octubre de 2019. El taller realizado en la librería Concreto Azul de Valparaíso se ve interrumpido por otros fuegos, los de una revuelta que se extiende como virus por el territorio. Rabia acumulada y oportunistas se suman al incendio. Las vitrinas del capital pasan de la transparente exhibición de la mercancía al tizne y luego a protecciones de fierro como salidas de una película de fin de mundo. En ese intertanto, se va gestando el nacimiento de este cortometraje. Elipsis. Documentos y archivos son movidos en la línea de tiempo. Espacios negros y repeticiones. El incendio se monta como columna vertebral en el cuarto oscuro, mientras afuera y en cámara lenta se desarrolla un apocalipsis higiénico. Elipsis. No podía ser de otra forma. El punto final se sitúa en una ciudad que es azotada cada año, desde todos los costados, por las llamas del descuido, la decadencia y la especulación y cuya toponimia original significa "tierra arrasada por el fuego". Elipsis. Así es como acaba el mundo / Así es como acaba el mundo / Así es como acaba el mundo / No con un estallido sino con un crepitar.

Pablo Molina Guerrero (Viña del Mar, Chile, 1989) es cineasta y escritor. El 2019 fue becario del Fondo del Libro y la Lectura. Ha publicado el libro de poemas Asfalto (Bathory, Quilpué, 2021). Ha sido parte de las antologías El fin del mundo | Este no es el fin del mundo (Sur|Norte, Santiago, 2019), LiberaPoesía (Cáscara de Nuez-Renacentista-Bathory, Río Cuarto-Quilpué, 2020), El primer martes después del fin del mundo (Sur|Norte, Santiago, 2021) y Himawari (Un Cuaderno en Blanco, Cördoba, 2022).

Jaime Pinos (Santiago de Chile, 1970). Poeta, escritor, editor y productor. Fue creador y editor del sello independiente La Calabaza del Diablo y de la revista homónima. Integrante del colectivo editorial Lanzallamas. Es uno de los organizadores de A Cielo Abierto. Festival Internacional de Poesía de Valparaíso.

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