germán carrasco (Santiago, Chile, 1971). Es poeta, traductor y ensayista. Ha publicado, entre otros, los libros de poesía Clavados (J. C. Sáez Editor, Santiago, 2003), Multicancha (El billar de Lucrecia, Ciudad de México, 2005), Mantra de remos (Alquimia Ediciones, Santiago, 2016), Imagen y semejanza (Lumen, Santiago, 2016) y Metraje encontrado (Editorial Hueders, Santiago, 2018). En ensayo, destacan A mano alzada (Cuarto propio, Chile, 2013), Prestar ropa (Lumen, Chile, 2019) y La mantis en el metro (Seix Barral, Chile, 2021). Participó del Taller de Escritores de Iowa y estuvo en la Residencia de la Rockefeller Foundation. Ganó el Concurso Hispanoamericano Diario de Poesía (Buenos Aires, 2000), el Premio Sor Juana Inés de la Cruz (México-Costa Rica, 2000), el Premio del Consejo Nacional del Libro a Mejores Obras (Chile, 2002) y el premio Pablo Neruda (Fundación Pablo Neruda 2005), entre otros. Actualmente reside en Santiago de Chile e imparte talleres de escritura.
"Te espero / hasta hacer Cripsis con el entorno / y desaparecer por completo" (p.113). Así concluye el poemario de Germán Carrasco. En la contracubierta del libro encontramos una definición de Cripsis, entendida como la capacidad de ocultamiento de las especies frente al depredador u otros organismos. Me pregunté entonces si hacer cripsis equivalía al camuflaje. Aunque tiene relación, una investigación del año 2016[1] señala que la capacidad de hacer cripsis en los crustáceos tiene que ver con la desaparición y no solo con el esconderse, como se ve en los versos recién citados de Carrasco ("desaparecer por completo"). Los crustáceos llevan al límite el "hacer cripsis" –hasta el punto de desaparecer— para luego dejar un registro y volver a reproducirse. El libro de Germán hace cripsis para hacer memoria. Lejos del gesto poético del recuerdo, es la memoria como ejercicio de "reset" o reinicio.
Cripsis lleva al límite la desaparición del poeta, por medio del juego de sílabas que ni siquiera pueden ser contadas por su autor –a diferencia de las sílabas borgianas–: "Importa cada paso / centavo / gotas / sílabas" (p.30). Estas vibran en el sigilo, reducidas, al igual que el exoesqueleto de los crustáceos que hacen cripsis y que parecen inexistentes. Están ahí puesto que susurran. Sobrevivir desde la mirada que se incrusta en una película de Yasujiro Ozu. Escenas de una imagen que, aunque sin esperanza y en el cotidiano, nos muestra lazos humanos en extinción como lente de la familia de ancianos en el film Cuentos de Tokio, de Ozu.
Germán establece una poética del caminante que a veces se aleja de la ciudad para ir hacia la montaña junto a sus aliados: chercanes, gorriones, pumas y algunas flores constituyen "la primera línea de la resistencia" (p.107). En este sentido, los lugares (como la montaña) se presentan como el principal aliado de dicha poética, puesto que contienen las ruinas de una humanidad post estallido (estallido social acontecido en octubre de 2020 en Chile) que es recolectada por el poeta, donde los aliados humanos son inexistentes, o existen tan solo como ecos que rebotan cada vez que Germán se encuentra en las montañas. Allí aparecen parajes como Rupanco, lugar de múltiples significantes que hace cripsis cada vez que resuena la palabra "tranquilo… tranquilo… tranquilo" (p.24) y nos da la posibilidad de estar en el lago chileno al mismo tiempo que en un local de la Vega en Santiago de Chile. La poética de un caminante que está desapareciendo y por lo tanto nada tiene que ver con el clásico flâneur de la ciudad moderna. Un caminante que resiste y que desaparece al mismo tiempo que resuena su poesía en el murmullo.
Cripsis camina sobre las ruinas de un Chile que se descuidó en un aparente progresismo, donde ya no hay ánimo de revueltas. Cripsis atraviesa la ruta establecida por Enrique Lihn en su Poesía de Paso (1966). Vagabundeo crípsico que nos recuerda también a los Pel camí dels mesos (1953) del poeta catalán Joan Vinyoli, cuando señala que vivir la vida poéticamente es la única posibilidad que le queda. La pragmática del caminante que no huye, sino que está en la búsqueda constante de aliados. Las alzinas y la inmortalidad de los árboles en las caminatas de Vinyoli lo sitúan en un estado de cripsis.
Con todo, se descifran tres lecturas en este Cripsis, de Germán Carrasco. La primera es el acto de hacer cripsis sin necesariamente huir, aunque se renuncia a algo. Hay despojo y alejamiento hacia el ser humano, donde se salvan muy pocos fuera de lo observado, entre ellos la inicial F. En el hacer cripsis, el arquetipo es el gato wiña, un animal de apariencia doméstica pero que "huye ante la menor sospecha / de amenaza / y es una nocturna selenófila" (p.108). Mirar sin ser mirado, porque "la solución siempre eran los cien metros planos" (p.109) para escabullirse. Enfrentarse a las "cascadas de sangre" (p.54) esperando que esta sea señal de buen augurio. Nuevamente la idea de hacer cripsis para desaparecer por completo.
Una segunda lectura es la poesía que "desmaleza" (p.81) en estado de cripsis. El parapeto en lugar del panfleto. Porque clamar por normalidad en el Chile post revuelta es un acto que no cabe en la cámara de una bicicleta "vintage", que habita un barrio santiaguino donde ya se ha vuelto normal que te cobren la cerveza tres o cuatro veces el precio de lo que vale. Desmalezar y desmalezar, poesía de la ideología y no ideológica, decía Geno Pampaloni para referirse a las Cenizas de Gramsci (1957) de Pasolini, obra que surgió en tiempos de derrotas, con la condena internacional de Stalin y la invasión a Ucrania. La maleza que creció luego del octubre chileno. En el ejercicio de desmalezar el cansancio estira la guadaña en forma de poesía: "Estoy cansado de este pueblo / su cultura sometida y secuestrada / sus actores de telenovelas en campaña / su filisteísmo barbárico y cultural / su ignorancia y falta de audacia / su reticencia rotunda al cambio / de palabras y de sangre / su infinita crueldad de chacal arrinconado." (p.93)
La tercera lectura, más que lectura corresponde al fulcro de la poética de Germán: su poesía situada. Lo declara como "eso es", el poema que deja constancia. Aunque "el pique es largo, el desierto arisco y la noche una dádiva de los dioses" (p.22). El pobre caminante que cansado va, documentando desde la etnografía camino a la disolución atómica. Lo importante de la poesía situada es que queda la mirada, la imagen y al mismo tiempo, la muerte del rastro del poeta, en este caso del mismo caminante. Poemas como "Bolaca" (p.35), "Los jugadores de Curling" (p.59), "En el microbús" (p.77) y el poema "El poeta da a lo indecible", evidencian el horizonte poético de hacerse cripsis y caminar: "Quizás eso es el poema / dejar constancia de la existencia / El poema una partitura y no su interpretación" (p.88).
Hacer cripsis implica desaparecer por completo, como los crustáceos que hacen cripsis. El poema "Una pareja se besa en el bar" (p.90) es sin lugar a dudas uno de los más bellos del poemario, pero también un poema para el cambio de rumbo, porque: "Caminar es un recreo después de todo / No quiero nada intenso ni cargado / ni otro homenaje más / Nada intenso, nada cargado, nada fuerte / Quiero solo brisa y caminar" (p.109). En ello el libro transita y regala rubor de renacer.
[1] PALMA, ÁLVARO T., ORREGO, CAEL, & ARRIAGADA, MAURICIO. (2003). Crypsis in early benthic phases of Brachyuran Decapod Crustaceans in central Chile. Revista chilena de historia natural, 76(2), 149-156.
Gino Bailey Bergamin. (Viña del Mar, Chile, 1985). Es sociólogo por la Universidad de Valparaíso, magíster en Geografía y Procesos Territoriales por la Universitá Degli Studi di Bologna (UNIBO) y Doctor en Geografía por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). En 2022 publica, junto a Felipe Espinosa, el ensayo La ciudad de los lugares posibles (Hermenaute, Barcelona, 2022). En 2024 se adjudica la Beca de Creación del Fondo del Libro y la Lectura (Chile) en la línea de poesía. Como investigador, se dedica al estudio de las estrategias de vida y subsistencia en ciudades y territorios en la era de la catástrofe y el Antropoceno. Actualmente trabaja en la transformación socioecológica de comunidades tradicionales pesqueras y en las economías comunitarias.