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La poesía de Mandelstam, cuyos primeros libros evidencian un altísimo dominio de la técnica poética, una mirada simbólica renovada y un amplio conocimiento de la cultura eslava y europea, tuvo un cambio radical en los años treinta, cuando las circunstancias sociales lo llevaron a escribir voluntariamente una poesía de intervención civil. Famoso es su “Epigrama contra Stalin”, cuya divulgación le costó ser exiliado en 1935 a la región meridional de Vorónezh, para acabar muriendo en circunstancias desconocidas en 1938, camino a un Gulag siberiano. Su contacto con la realidad campesina, la experiencia del exilio y una fe inquebrantable en la lucidez de la poesía, entre otras tantas cosas imponderables, le llevaron a escribir en esa época sus mejores poemas, compilados en «Cuadernos de Vorónezh».
Dada la dificultad y densidad de la poesía de Mandelstam, tan pegada al hueso sintáctico de la lengua rusa como César Vallejo podría estarlo al de la nuestra, emprender una traducción de su obra es casi por principio una empresa fracasada, como ya lo demuestran las pocas traducciones existentes. La presente traducción de seis poemas realizada a dos bandos por Regina Khayum y Fernando García M., es un nuevo intento de roer ese hueso.
“La poesía es un arado que socava el tiempo de tal forma que las capas más profundas, su humus, quedan en la superficie”
Ósip Mandelstam
Adorada, negrísima, toda entera una loma,
con pequeños niveles, llena de aire y cuidado,
diseminada, abierta, formando inmenso coro,
húmedos terrones de mi tierra y libertad.
Con el primer rastrillo es negra hasta azularse
y arraiga en cada grumo el trabajo manual.
Vuela un rumor labrado y son miles de bultos:
será lo inabarcable que habita esta parcela.
Sin embargo, la tierra es equívoca y terca.
Puedes arrodillarte... no escuchará tus ruegos;
la flauta carcomida agudiza el oído,
la trompeta del alba las orejas congela.
¡Qué gusto cuando el arado se engrasa con grumos!
¡Cómo la estepa se extiende cuando llega abril!
Te saludo, tierra fértil: ten coraje, ¡alerta!…
solo un negro y elocuente silencio en la labor.
Abril de 1935
¿Qué calle es ésta?
La calle Mandelstam.
¡Qué nombre más espantoso!
Lo digas como lo digas
suena mal, desafinado.
Poco estaba en él bien hecho,
de carácter tan maltrecho,
y es por eso que esta calle
o, mejor dicho, esta zanja
lleva el extraño apellido
de ese tal Mandelstam.
Vamos, suéltame y entrégame, Vorónezh.
Me dejarás caer, dirás que estoy perdido,
podré escapar entonces, me obligarás volver.
Vorónezh capricho; Vorónezh cuervo, corvo, cuchillo…
Abril de 1935
¡Auriculares, auriculares míos!
Recuerdo: cuántas noches de Vorónezh.
La voz de Ay no bebida,
la bocina a las doce, la Plaza Roja a oscuras…
Y bien, ¿qué tal el metro? Cállate, no contestes.
¿Cómo germina el grano? No, no preguntes nada.
Son ustedes, campanas del reloj del Kremlin,
lenguaje del espacio comprimido en un punto…
Abril de 1935
Qué oscuridad hallan los ojos en el río Kama
cuando las ciudades se arrodillan sobre las encinas.
Vestido de telarañas, la barba ondulando,
por la corriente rejuvenece el abeto ardido.
El agua se resistía a ciento cuatro remos;
arriba y abajo, hacia a Kazán y a Cherdín.
Así me dejaba llevar por el río tras la ventana,
con la cortina cerrada y mi cabeza en el fuego.
Y conmigo mi esposa, cinco noches insomne,
cinco noches insomne, junto a tres polizontes.
Alejándonos, contemplaba las coníferas de oriente
y hacia una boya la corriente nos llevaba.
Ya quisiera despejar la montaña con la hoguera,
pero apenas me da tiempo de salar el bosque.
Ya quisiera instalarme a vivir aquí, compréndelo,
en los sempiternos Urales, colmados de gente.
Ya quisiera cuidar esta inmensa llanura,
custodiarla envuelto en un largo capote.
Abril-mayo de 1935
Privándome del mar, del impulso y del vuelo,
obligando a tierra extraña sostener mis pies,
¿qué lograron con esto? Una estupenda planificación.
Pero no pudieron arrancarme de la boca este murmullo.
Mayo de 1935
Переуважена, перечерна, вся в холе,
Вся в холках маленьких, вся воздух и призор,
Вся рассыпаючись, вся образуя хор, -
Комочки влажные моей земли и воли...
В дни ранней пахоты черна до синевы,
И безоружная в ней зиждется работа -
Тысячехолмие распаханной молвы:
Знать, безокружное в окружности есть что-то.
И все-таки земля - проруха и обух.
Не умолить ее, как в ноги ей ни бухай, -
Гниющей флейтою настраживает слух,
Кларнетом утренним зазябливает ухо...
Как на лемех приятен жирный пласт,
Как степь лежит в апрельском провороте!
Ну, здравствуй, чернозем: будь мужествен, глазаст...
Черноречивое молчание в работе.
Апрель 1935
Это какая улица?
Улица Мандельштама.
Что за фамилия чертова!
Как ее ни вывертывай,
Криво звучит, а не прямо.
Мало в нем было линейного,
Нрава он не был лилейного,
И потому эта улица
Или, верней, эта яма
Так и зовется по имени
Этого Мандельштама.
Апрель 1935
Пусти меня, отдай меня, Воронеж:
Уронишь ты меня иль проворонишь,
Ты выронишь меня или вернешь,
Воронеж - блажь, Воронеж - ворон, нож...
Апрель 1935
Наушнички, наушники мои!
Попомню я воронежские ночки:
Недопитого гoлoca Аи
И в полночь с Красной площади гудочки...
Ну как метро?... Молчи, в себе таи...
Не спрашивай, как набухают почки...
И вы, часов кремлевские бои, -
Язык пространства, сжатого до точки...
Апрель 1935
Как на Каме-реке глазу тёмно, когда
На дубовых коленях стоят города.
В паутину рядясь, борода к бороде,
Жгучий ельник бежит, молодея в воде.
Упиралась вода в сто четыре весла -
Вверх и вниз на Казань и на Чердынь несла.
Там я плыл по реке с занавеской в окне,
С занавеской в окне, с головою в огне.
А со мною жена - пять ночей не спала,
Пять ночей не спала, трех конвойных везла.
Я смотрел, отдаляясь, на хвойный восток.
Полноводная Кама неслась на буек.
И хотелось бы гору с костром отслоить,
Да едва успеваешь леса посолить.
И хотелось бы тут же вселиться, пойми,
В долговечный Урал, населенный людьми,
И хотелось бы эту безумную гладь
В долгополой шинели беречь, охранять.
Апрель - май 1935
Лишив меня морей, разбега и разлета
И дав стопе упор насильственной земли,
Чего добились вы? Блестящего расчета -
Губ шевелящихся отнять вы не могли.
Май 1935
Ósip Mandelstam (Varsovia, Imperio Ruso, 1891-1938). Poeta, prosista y crítico literario, fue uno de los fundadores del acmeísmo ruso junto a Anna Ajmátova. En vida publicó los libros de poesía La piedra (1913) y Tristia (1922). Los libros Cuadernos de Moscú 1930-1935 y Cuadernos de Vorónezh 1935-1937, los cuales compilan la poesía escrita por Mandelstam durante esos años, fueron publicados íntegramente en 1988, aun cuando su poesía circulaba en los círculos poéticos de avanzada, donde ya era reconocido como uno de los grandes referentes de la Edad de Plata de la poesía rusa.
Regina Khayum (Uliánovsk, Rusia, 1991). Graduada en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona y máster en Literatura Comparada por la Universidad Autónoma de Barcelona. Vive, pinta y trabaja en Barcelona.
Fernando García M. (Viña del Mar, Chile, 1990). Licenciado en Historia del Arte y máster en Estudios de Traducción. Trabaja como editor en Mundana Ediciones. Vive en Barcelona desde el año 2018.